¿Podría el método de la madurez de hormigón reemplazar los ensayos de rotura de probetas para la aceptación o rechazo del hormigón en obra?
En un proyecto típico de construcción, se supone que la resistencia del hormigón en obra es la misma que la resistencia de las probetas ensayadas en el laboratorio para la misma colada de hormigón. Las probetas son fabricadas en obra (a pie de camión), por un técnico, y curadas bajo condiciones estandarizadas. Las probetas no están destinadas a medir la resistencia del hormigón en la estructura, sino para comprobar si el proveedor de hormigón ejecutó la mezcla correcta.
Esta prueba contiene muchas suposiciones, tantas que distintos laboratorios obtienen resultados disímiles entre ello, por esto es un ensayo que falla a menudo – con demasiada frecuencia, por muchas razones. Por esta misma razón existe un sobre muestreo en caso de obras de infraestructura de gobierno, donde tanto el cliente, el proveedor, el contratista, la Inspección Fiscal y la Asesoría a la Inspección Fiscal contratan laboratorios por separado para ejecutar muestras de control de calidad al hormigón y aun así vemos como existen proyectos con problemas de resistencia de en el hormigón.
Entonces, ¿hay un mejor método para la aceptación del hormigón en obra? Tal vez un método que mida con certeza la resistencia del hormigón en la estructura con las condiciones climáticas reales. Recordemos que el ingeniero cuando realiza el diseño lo que utiliza es la resistencia real del hormigón que compone el elemento estructural en obra.
El sensor SmartRock (Ver demo) usa el método de madurez, tecnología de 65 años de antigüedad que los ingenieros respetan y que ya forma parte de la norma NCh170:2016. La madurez del hormigón no es nueva, y está bien probada (ASTM C 1074).
Lo más importante es que la madurez realmente mide la resistencia del hormigón en la estructura con las condiciones climáticas de la obra, sin la influencia de un técnico no calificado o condiciones de curado inadecuadas.
La madurez es considerada el mejor método para determinar la resistencia temprana del hormigón dentro de los primeros siete días. Es por esto la nueva norma NCh170 oficializada por el MOP, indica en el numeral 15.2.2.4:
– La resistencia del hormigón colocado se debe estimar preferentemente por medio de métodos de madurez o en su defecto por medio de probetas conservadas en condiciones similares a las del hormigón colocado. Ver (Probetas vs Madurez)
Entonces, ¿cuándo se podría usar la madurez para la aceptación? Tiene más sentido cuando la resistencia del hormigón alcanza la resistencia de diseño a una edad temprana. Esto podría ser una aplicación con mezclas fuertemente sobrediseñadas, donde la calefacción se utiliza para acelerar la resistencia, o cuando los aceleradores químicos se utilizan para mejorar el tiempo de fraguado.
En cualquier caso donde la resistencia de diseño se alcanza en los primeros días se considera una situación ideal para usar la madurez para la aceptación, cuando se usa en paralelo con el ensayo de densidad estándar o control estadístico (NCh1998:89 Evaluación estadística de la resistencia del hormigón) como verificación de si el productor de hormigón utilizó la mezcla correcta.
La rotura de probetas de hormigón (NCh1037:2009) tiene su lugar en el mercado como una prueba de laboratorio para medir la resistencia potencial de una mezcla de hormigón, pero ha fracasado en la industria demasiadas veces para ser considerada una prueba de campo confiable, generando en muchos casos la necesidad de ejecución de ensayo de testigos de elementos estructurales (NCh1171:2012).
La industria está lista para un cambio, y el hormigón inteligente basado en el método de madurez acelerará ese cambio para que sea la evaluación de la resistencia del diseño en edades tempranas el nuevo estándar exigido en todas las especificaciones técnicas.