El hormigón es uno de los materiales más utilizados actualmente para las construcciones en Chile, y es por ello que su implementación está reglamentada a nivel país para asegurar una mayor seguridad, calidad y durabilidad del proyecto final. Es así como, los servicios de los laboratorios de ensayos de materiales tiene como objetivo final, velar por la calidad de los materiales con que será ejecutado el proyecto de ingeniería y que este cumpla las normas legales vigentes de los materiales.
La norma NCh170 es el principal documento de referencia que sienta las bases y los requisitos generales para utilizar hormigón en Chile. Una nueva modificación legal de la NCh170 entró en vigencia en marzo de 2017, siendo su principal novedad respecto al antiguo formato la incorporación de metodologías y tecnologías más modernas como parte de la norma propiamente tal, dando el primer paso hacia los aspectos necesarios para que la tan esperada industrialización llegue al mercado de la construcción con un respaldo técnico sólido.
Nueva norma NCh170 para el hormigón
El cambio fundamental que podemos encontrar en la nueva norma NCh170 del 2016 es la recomendación para la determinación de la resistencia del hormigón colocado mediante el método de madurez, entregando mayor importancia a la resistencia del hormigón efectivamente colocado en el elemento estructural, que a la resistencia obtenida en las probetas a pie de camión en la puerta de la obra.
15.2.2.4: La resistencia del hormigón colocado se debe estimar preferentemente por medio de métodos de madurez o en su defecto por medio de probetas conservadas en condiciones similares a las del hormigón colocado.
Por otro lado, otras de las modificaciones más importantes se encuentra en el cambio de enfoque prescriptivo que primaba anteriormente, uno que contemplaba sólo determinada cantidad de días para ejecutar ciertos procesos, dejando de lado las condiciones específicas del hormigón colocado en construcción y aquellos aspectos que afectaban la ganancia de resistencia como el clima. Hoy la normativa se enfoca más en el desempeño del hormigón.
Ambos aspectos representan un elemento estratégico para que los laboratorios formen parte del proceso de industrialización que se está llevando a cabo en la construcción.
Tecnología para conocer la resistencia real del hormigón colocado
Como vimos anterioremente, el método recomendado por la NCh170:2016 para determinar la resistencia real del hormigón colocado en obra es el de la madurez del hormigón, el cual es la base del sensor SmartRock™. Su tecnología permite medir la resistencia a la compresión estimada, basándose precisamente en la madurez del material, para lo cual se requiere la curva de caracterización de hormigón, curva de madurez o curva de calibración, esta curva contiene en sí, todas particularidades de la mezcla del hormigón que está siendo usada.
El sensor sensor SmartRock™ va almacenando la temperatura del hormigón en intervalos de tiempo, definidos en la norma ASTM C1074 (norma INN en estudio NCh3565), y el historial se puede conocer tanto en el proceso de fraguado como en el de endurecimiento, mediante el uso de una sencilla aplicación móvil, sin la necesidad de utilizar equipos lectores que requieran descargar la información en un PC para ser procesada y enviada posteriormente a los encargados de tomar las decisiones de obra.
Finalmente todo el proceso en sí es respaldado mediante la generación de un informe de desempeño que abarca tanto los aspectos normativos como los aspectos técnicos.
El criterio Prescriptivo como una forma de incrementar la innovación en materiales y la productividad.
La diferencia de enfoques entre la NCh170 de 1985 y la publicada oficialmente en 2017 se puede resumir así:
- Con la primera, primaba el criterio prescriptivo y los proyectos debían considerar una determinada cantidad de días para llevar a cabo las acciones necesarias del proceso de construcción. Así, a veces los responsables tenían que esperar a los informes mes a mes para tomar decisiones constructivas o para detectar cualquier problema del hormigón, como por ejemplo la baja resistencia.
- Con la actual, se requiere evaluar la resistencia real del hormigón, es decir, su desempeño en un momento dado dentro de la estructura misma. En otras palabras, se toma en cuenta su madurez, lo cual permite tomar decisiones más oportunas para la construcción, presentando una oportunidad para innovar y ahorrar costos en la etapa de obra gruesa.
Esto último cobra aún mayor relevancia cuando se considera que el hormigón fraguado en obra es susceptible a diversos factores externos e internos que contribuyen a hacer variar el tiempo en que alcanza la resistencia definitiva.
La nueva oportunidad para los laboratorios y la ventaja que entrega la tecnología SmartRock2
Las ventajas resultan tanto de la norma NCh170:2016 como de la nueva tecnología SmartRock™, siendo las principales:
- La entrega de un nuevo servicio que combina el muestreo mínimo recomendado por la norma para el control de calidad de hormigón mediante rotura de probetas, con la entrega de la resistencia del hormigón colocado mediante el uso del método de madurez.
- Eliminación de la rotura de probetas antes de los 28 días, generalmente el mercado estableció la rotura de una probeta a los 7 días para alertar de forma temprana ante un problema de resistencia, esta rotura se puede eliminar por completo.
- Entregando información más oportuna, los clientes de los laboratorios pueden tomar acciones correctivas con el fin de evitar problemas más graves, lo cual antes no era posible con el uso de ensayos de compresión del hormigón, pues el primer informe se entregaba pasado los 30 días.
- La posibilidad de medir la resistencia real del hormigón colocado en todo momento, de forma transparente por todo el personal del proyecto, ofrece la alternativa de prescindir de la resistencia potencial evitando el sobre muestreo que solo incrementaba los costos del proyecto.
- El método de madurez requiere de la elaboración de la curva de madurez o curva de caracterización del hormigón, lo cual se presenta como un servicio adicional que pueden incorporar los laboratorios, entregando un certificado de curva de calibración de hormigón acorde a la normativa ASTM C1074.
- Asimismo los laboratorios pueden actuar como ministros de fe la información que entregan los sensores SmartRock al verificar que no existe ningún error y que la información que se está entregando al cliente es certera y rápida.
- Disminución de costos con el monitoreo remoto de resistencia, mediante el uso de proyectos compartidos el laboratorio solo requiere de instalar un sensor SmartRock2 y compartir el proyecto con la oficina central para emitir rapidamente el informe de desempeño.
Los laboratorios podrían tomar esta nueva tecnología -que permite determinar la resistencia del hormigón en obra de forma simple y transparente- como una oportunidad competitiva para destacar por sobre laboratorios tradicionales más grandes, incorporándola como servicio adicional para ofrecerla a empresas constructoras.
En resumen un laboratorio de autocontrol podría verse directamente amenazado por esta nueva tecnología, salvo que la aproveche como una oportunidad.
El mismo gobierno está incentivando planes de requerimiento de modernización a industrializa en la construcción, por lo que los laboratorios de ensayos de materiales con mayor razón deben sumarse a la iniciativa de incorporar esta clase de tecnología en sus procesos y servicios, ahorrando costos para ellos y sus clientes.