Soluciones para controlar el correcto hormigonado en tiempo frío
Por debajo de los 5°C el hormigón comienza a presentar problemas por el retraso excesivo en el fraguado y lento desarrollo de la resistencia (también se prolonga el tiempo de curado). Por debajo de los 0°C se congela el agua no unida químicamente; esto promueve la formación de cristales de hielo que se expanden y pueden conducir al daño del elemento estructural.
Lo anterior es especialmente grave en las primeras horas después de la colocación, ya que todavía queda mucha cantidad de agua susceptible de congelarse e incrementar su volumen dentro de los poros de la masa, pudiendo incluso crearse cavidades en su interior.
Es por este motivo que la actual norma NCh170:2016 establece lo siguiente:
11.7 Al momento de la colocación del hormigón se debe cumplir con la siguiente condición,
5°C < T° Hormigón < 35°C
11.8.1.3 Durante el periodo de endurecimiento inicial, la temperatura de hormigón no debe descender los 5°C midiendo la temperatura a 5 cm de la superficie expuesta.
Adicionalmente, el ACI establece lo siguiente:
ACI207.1 Temperatura Máxima 70°C
De este modo, registrar y controlar que se ha ejecutado un correcto proceso de colocación del hormigón, cumpliendo con estos requerimientos que resguardan la durabilidad estructural, no era una tarea fácil de cumplir; hasta la llegada del sensor SmartRock2, el cual registra la temperatura desde el momento en que és activado.
Adicionalmente, se puede establecer parámetros específicos de monitoreo de temperaturas para alertarnos en caso de que se superen las temperaturas de control.
Las imágenes anteriores son capturas de pantalla de un sensor colocado en una losa en una obra en la Ciudad de Santiago de Chile: podemos observar que si bien durante los primeros días se llegaron a temperaturas mínimas muy bajas, el cliente fue capaz de ejecutar un correcto monitoreo del proceso de hormigonado durante los primeros días; cumpliendo con todo lo exigido por la norma y evitando, a su vez, problemas con el elemento estructural.
Las soluciones que por norma se emplean y que son efectivas en muchos casos son las siguientes:
- Reducir la cantidad de agua en la masa.
- Uso de fluidificantes.
- Empleo de aditivos aceleradores de fraguado.
- Combinar el agua más rápidamente empleando cementos con mayor cantidad de áridos finos.
- Emplear cementos que tengan un alto calor de hidratación.
- Empleo de aditivos anticongelantes.
- Incorporar aire al hormigón
- Abrigar el hormigón para limitar la temperatura a la que se encuentra durante el proceso de endurecimiento.
- En pilares usar encofrados o moldajes de madera o de poliestireno.
A las soluciones anteriores ahora podemos incorporar el sensor SmartRock2 (ver demo) desde la especificación técnica, la cual entrega una medición exacta de la temperatura, resistencia y madurez del hormigón dentro del moldaje; con una aplicación móvil para seguimiento in situ, en tiempo real y un reporte de respaldo; aportando con alta certidumbre respecto a las soluciones más eficaces en cada caso.