El control de calidad del hormigón se basa en la resistencia característica del hormigón y ensayos bajo condiciones de temperatura y humedad normalizadas. En Chile, las Especificaciones Técnicas de Obra están solicitando normalmente una muestra cada 50 o 75 m3 de hormigón colocado, o una muestra diaria de pilares y vigaslosas. La normativa chilena vigente menciona que para el control de calidad se deben tomar probetas cada 50 m3. La Norma NCh 170:2016 indica ciertas recomendaciones para el curado y descimbre de los elementos presentes en una faena de construcción, así como también las resistencias requeridas para acortar los plazos de descimbres.
El American Concrete Institute (ACI) reconoce que el sistema de muestras de laboratorio no permite determinar la resistencia temprana del hormigón colocado en la estructura, incluso con muestras dejadas en terreno con similar curado a la estructura, debido a que la temperatura del hormigón en la muestra es diferente a la temperatura del hormigón colocado en obra.
La importancia de realizar estos ensayos radica en evitar fisuras o grietas en el hormigón, por un desmolde o corte realizado a destiempo. Está demostrado que cualquier costo de intervención posterior tiene un costo que se incrementa según la Ley de Sitter (múltiplos de 5) de acuerdo al momento de aplicar la acción correctiva.
Si se detecta un error en la calidad del hormigón de forma temprana se pueden tomar las acciones correctivas de forma inmediata.
La termocupla SmartRock permite actuar con rapidez, ya que de existir deficiencias en la resistencia del hormigón especificada, estas se detectan a edades tempranas, permitiendo así tomar las acciones correctivas necesarias antes que el problema se agrave. Por lo tanto, el uso del madurímetro SmartRock representa un beneficio directo a la calidad de la construcción, de forma que la inspección técnica puede evaluar con efectividad y rapidez, la resistencia a la compresión del hormigón con solo visitar la obra.
La nueva Norma NCh 170:2016 incorpora la madurez como un método complementario para la determinación a edades tempranas de la resistencia del hormigón. Es vital que los ingenieros incorporen esta nueva norma, la cual considera un gran avance en tecnología como la que utiliza la termocupla SmartRock.